jueves, 3 de junio de 2010

Arte Prehispánico en México.

Arte Prehispánico en México, Se divide en tres periodos:
  1. Preclásico Temprano, 2500 a. C.-1200 a. C.
  2. Preclásico Medio, 1300 a. C.-800 a. C.
  3. Preclásico Tardío, 400a. C.-150 d. C.

1. Preclásico Temprano, 2500 a. C.-1200 a. C.

Para esta época, las sociedades mesoamericanas habían llegado a ser plenamente sedentarias, aunque como ocurriría a lo largo de la historia de la región, querían complementar sus actividades económicas con pesca, caza y recolección.

En el preclásico temprano, algunos grupos de cazadores y recolectores comenzaron a establecerse en pequeñas aldeas permanentes; su economía sedentaria se basaba en el cultivo del maíz. Otra evidencia de arte son los huesos de Tequixquiac, los cuales siguen siendo hasta la fecha los primeros y únicos objetos prehistóricos de creación artística.

En esté periodo nacen los primeros inicios del intercambio comercial, todavía no era del todo claro, aun estaba en sus balbuceos, esté mismo había volverse factor cultural y común en toda Mesoamérica donde también se hace costumbre el enterrar a los muertos junto con ricas ofrendas de cerámica y figurillas de barro. Estas figurillas eran representaciones femeninas desnudas con los rasgos sexuales acentuados los cuales atestiguan a los muertos ya que sierta creencia en el más allá refiere a un culto a la fertilidad humana como agrícola y pensamiento de tipo mágico. El comercio tomó, desde entonces, un papel central en la conformación de la civilización mesoamericana. El intercambio comercial fue el vehículo que facilitó el intercambio cultural entre los mesoamericanos.


Todas las culturas del área estubieron basadas en la agricultura del maíz, y también habían sentado los cimientos del sistema de creencias mesoamericanas, expresandolo en el culto a los elementos. Durante este periodo, el tipo de asentamiento humano característico debío ser la aldea. hacia el final de este horizonte algunas de ellas crecieron en población y llegarían a ser dominantes.


2. Preclásico Medio, 1200 a. C-400 a. C.

La segunda parte del período que ahora nos ocupa es denominada Preclásico Medio, y comprende los siglos que van de 1200-400 a. C. Se trata de una época de intensos cambios tecnológicos, especialmente en los que respecta a la agricultura. En algunas regiones clave del territorio mesoamericano se construyen los primeros sistemas de irrigación o de control de aguas.

Transformaciones económicas.

La estratificación social es una de las características principales de las sociedades del Preclásico Medio. Aparecen, asociados a estos sistemas hidráulicos, complejos ceremoniales de arquitectura monumental permanente, es decir, diseñados para perdurar en el tiempo. Los sistemas de irrigación aparecen primero en el valle de Tehuacán, Puebla, hacia el año 700 a. C.; unos cien años más tarde, en la cuenca lacustre de México; y por el año 400 a. C., en los Valles Centrales de Oaxaca. De modo paralelo a la modernización tecnológica de la agricultura, las especies cultivables asociadas a éste período aumentaron en repertorio.

La eficiencia de la agricultura tuvo redundancia en otros campos de la tecnología y economía mesoamericanas. El Preclásico Medio es un período de especialización en los procesos productivos. Los pueblos mesoamericanos, como desde hacía mucho tiempo, habían explotado los recursos ecológicos, y habían tendido redes incipientes de intercambio. Pero en el Preclásico Medio, los excedentes producidos por la agricultura permitieron a una parte de la población ocuparse en actividades diferentes del cultivo. De este modo, se producían excedentes tanto agrícolas como en las manufacturas o la explotación de los recursos naturales por medio de la minería, caza, pesca.

Transformaciones sociales.


Todo lo anterior no dejó de tener ciertas repercusiones en la estructura social. En el sistema de relaciones sociales.


Aparecieron nuevos grupos, como los artesanos, y los comerciantes cobraron una presencia más importante. Es aquí donde las clses sociales se dividieron de forma notable. Esto es posible saberlo por los restos encontrados en los entierros, por la relativa riqueza de las ofrendas funerarias y las representaciones icoógráficas.



El proceso de urbanización incipiente en que se vieron inmersos algunas aldeas de Mesoamérica al ocaso del Preclásico Temprano, toma en esta fase sus características más claras. Las aldeas se convierten en ciudades, que repiten claramente la segmentación de la vida social en los tipos de construcciones.

Las ciudades mesoamericanas fueron construidas con base en un plan concienzudo, que convirtió a los centros ceremoniales de esta etapa en verdaderos observatorios astronómicos. Los ejes principales están relacionados con puntos notables de observación astronómica que permitían a los sacerdotes predecir llevar una contabilización del tiempo. Sobresalen, como modelos urbanos de la época, las ciudades de La Venta, en Tabasco, y San José Mogote en Oaxaca.



El calendario y la escritura.

Aparecen la escritura y el calendario en mesoamérica. La primera desde, desde sus inicios, transmite información política. Los sistemas de escritura mesoamericana más antiguas corresponen a la cultura Zapoteca. Las inscripciones más antiguas proceden del monumento 3 San José Mogote, y de las lapidas del edificio de los Danzantes en Monte Albán, así como en las Estelas 12 Y 13 del mismo sitio. Algunas de estas inscripociones están registradas sobre la base del calendario ritual de 260 días.

Se solía pensar que la escritura y el calendario mesoamericanos habian sido desarrollos culturales de los antiguos Mayas, sin embargo, hoy se sabe que estos lo recibieron de los Olmecas, quienes asu vez podrían haberlo tomado de los Zapotecas.



Preclásico Tardío, 400 a.C.-150 d. C.


La declinación de la cultura Olmeca dio origen al periodo Preclásico Tardío. Se trata de una época de diversificación cultural y asimilación de los elementos Olmecas en los sistemas culturales de cada pueblo.

Podemos mencionar adelantos en la técnica del tallado y pulido de piedra durante; la aparición de la escultura colosal y del reliev en piedra; la cristalización de ciertos conceptos religiosos como culto al Hombre Jaguar.

Acerca de las esculturas de figura humana, encontramos que algunas destacan por sus acentuados rasgos mongoloides o negroides; los ojos se vuelven más oblicuos, la nariz más ancha y la comisura de los labios más caída. Esto a diferencia de las grandes cabezas colosales; los rostros muestran, dentro de un mismo patron estilístico una cierta individualidad: se trata quizá de retratos de los gobernantes Olmecas; de labios gruesos y nariz ancha.

la escultura en piedra, era de grandes dimensiones como el tallado y pulido de piedra fina, como el jade de serpentina y diorita. El primer basamento de piedra de grandes dimensiones conocido en Mesoamérica es; la famosa pirámide Troncocónica que consta de cuatro cuerpos escalonados unidos mediante tramos de escaleras y rampas.

Las plazas eran plataformas destinadas a las danzas rituales y demás. contaban a veces con palacios y recidencias para alojar a las autoridades religiosas y civiles; edificios para la administración, la enseñanza y el ejercicio de algunos oficios relacionados con el culto; canchas para el juego de pelota, y espacios abiertos para llevar al cabo el intercambio comercial.

Durante esté periodo, las influencias Olmecas se extendieron en una forma considerable, principalmente en Puebla, Morelos, Gerrero y Oaxaca, Chiapas, de donde llegaron hasta Costa Rica y Panama.






























































































































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